La electricidad es una forma de energía muy flexible y adaptable, lo que explica su creciente desarrollo desde finales del siglo XIX. Se puede generar electricidad partiendo de muchas y diferentes energías primarias (no renovables como carbón, fuel-oil, gas, uranio, o renovables como la hidroelectricidad, la eólica, fotovoltaica, termo solar, biomasa, mareomotriz,). Las aplicaciones, el uso de la electricidad, son infinitas y muy variadas. La energía eléctrica es fácil de transportar (y es económico el hacerlo a distancias no muy largas).
Una característica que la diferencia de otras formas de energía es la imposibilidad de su almacenamiento masivo, lo que obliga al equilibrio instantáneo, en todo momento, entre la energía demandada por los consumidores y la energía producida. De ahí la relevancia de la potencia eléctrica (energía eléctrica instantánea).
El sistema eléctrico hoy en día está constituido por una compleja y densa red (grid) a la que están conectados generadores y consumidores intercambiando en tiempo real la energía producida. El funcionamiento sólo es posible gracias a la incorporación y tratamiento de la información en tiempo real, a través de sistemas de comunicación multidireccionales que comunican entre si todos los elementos que la integran (centrales, lineas, subestaciones, consumidores). La red eléctrica se ha convertido, en un complejo sistema multi-propósito que, a su función clásica de garantizar el suministro a los consumidores desde las fuentes primarias de producción, incorpora diferentes funciones, como posibilitar la generación distribuida, la viabilidad de determinadas fuentes renovables de energía, la mejora de la calidad de suministro, la capacidad de intercambio, el ahorro de costes, la protección del medioambiente, etc.
El sector de las TIC se ha caracterizado por estar en cambio constante, adaptándose y evolucionando con los tiempos. Como tal no ha permanecido inmóvil ante los retos del modelo de desarrollo sostenible y responsabilidad social que avanzan de manera inexorable. Las tecnologías de la información y las comunicaciones son hoy más que nunca necesarias para lograr un futuro sostenible y su impacto benéfico no puede cuestionarse en ninguna de las tres vertientes del desarrollo: económico, social, y medioambiental
Tres aspectos claves relacionados con las TICS o dispositivos electrónicos en general que pueden incidir seriamente en la reducción del consumo energético:
1. Reducción de consumo en dispositivos eléctricos/electrónicos, ofreciendo mismas prestaciones: la energía necesaria para procesar información o crear iluminación podría ser muy baja. Las tecnologías siguen avanzando para reducir consumo en este sentido, pero los dispositivos, especialmente los electrónicos, van en aumento y cada vez con más prestaciones.
2. Reducción de pérdidas caloríficas en zonas de consumo. Cogeneración.
Es en forma de calor donde va a parar, generalmente, la transformación de la energía, y cabría pensar hasta qué punto en los puntos de consumo este mismo calor podría transformarse de nuevo en fuente.
3. La acumulación de energía. Pilas de combustible:
El vehículo eléctrico se entroncará en el sistema de transporte inteligente de Internet del Futuro, en el que se pretende sustituir los millones de toneladas de gasto de hidrocarburos y que el vehículo sea un objeto en red, que interactúe con su entorno.
Comentarios
Publicar un comentario