EL GIRO DE GOODYEAR
Cuando asumió el comando de
Goodyear, Stanley Gault impuso un nuevo lema para toda la empresa: enfocarse
para el negocio y para el cliente 24 horas por día. Al sentarse en la silla de la presidencia mundial de la
empresa, se encontró con una situación caótica. A pesar de que la imagen y la
reputación de la empresa en el mercado fueran intocables, Goodyear había
presentado el primer
prejuicio en su
historia pasaba por un fuerte
estancamiento. Gault decidió promover
un turnaround y
aplicó la vieja
receta: reestructuró la
empresa, vendió negocios deficitarios,
redujo el cuadro
de personal y
redujo los costos
a lo esencialmente necesario. En respuesta a una
segunda etapa, Goodyear dejó de ser un mero fabricantes de comodities para
actuar en nichos específicos de mercado con productos de alta tecnología para
atender las necesidades específicas de los clientes. Lanzó 22 modelos nuevos de
llantas en poco tiempo, algo que jamás
había hecho. Muchos de ellos se tornaron
campeones de venta.
La facturación llegó a 11 mil millones de dólares. Brasil
es el mayor negocio de Goodyear después de Estados Unidos. La subsidiaria
brasileña, en conjunto con la de China y de India, fueron electas como
prioridades dentro de los planes de la corporación. El motivo es sencillo: esos
países tienen mucho territorio, mucha gente y poco auto. Posteriormente
comprarán coches y, de forma indirecta, necesitarán llantas. Goodyear de Brasil
recibió dos misiones de la matriz.
La primera es
conquistar corazones y
mentes de los consumidores, sean ellos
dueños de autos o camiones. La
otra misión es transformar la subsidiaria en un polo exportador para el resto
del mundo. Además, la empresa invirtió bastante en su red de distribuidores
exclusivos y creó un concepto de atención total al cliente. Cuando un chofer
entra en una tienda, el no quiere
solamente comprar llantas,
sino que también necesita de
otros servicios, como alineación y balanceo, pruebas de
amortiguadores y, principalmente, orientación técnica sobre que comprar. La
cantidad de puntos de venta dispersos en Brasil subió de 400 a más de 500;
muchos de ellos dotados de auto-centros que ofrecen todos esos servicios.
En la
búsqueda de la excelencia por la atención, los distribuidores ganaron
autonomía. Antes, cuando un cliente reclamaba de un defecto de fabricación en
la llanta, tenía que esperar una solución durante semanas, pues el producto era
liberado de la reventa para la empresa, en donde un consejo de técnicos
estudiaba el caso y daba el veredicto. Posteriormente, el caso hacia el camino
de regreso. Ahora, los
técnicos de la
propia distribuidora dan
la palabra final
y en minutos
el cliente tiene una decisión. Por tanto, Goodyear invierte muy fuerte
en la capacitación de los revendedores para perfeccionar su capacitación
técnica y mejorar la atención al cliente.
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