¿Qué es?
Según Feigenbaum (1983): administración de
la calidad total
es un sistema
efectivo para integrar
las actividades de desarrollo, mantenimiento y mejoramiento de la
calidad, de los diversos grupos en una organización, con el objeto de permitir
el desarrollo de las ventas, la ingeniería, la producción y el servicio en los
niveles más económicos que permitan una completa satisfacción del cliente.
El
método de Feigenbaum consiste en definir la calidad en función del cliente. De
todas las definiciones de calidad, la mayoría tiene que ver con el apego a las
especificaciones o con la satisfacción del cliente.
Segun Garvin (1988) amplía esas ideas y sugiere considerar a la calidad en función de ocho decisiones básicas:
- Desempeño.
- Propiedades.
- Confiabilidad.
- Apego.
- Durabilidad.
- Facilidad del servicio.
- Estética.
- Calidad percibida.
Podríamos agrupar las cinco primeras dimensiones bajo el encabezado
general de apego a los requerimientos (definición
que sugirió Crosby,
1979), y los últimos tres bajo satisfacción del
cliente (sugerido por Feingebaum, 1983). Sin embargo, al
descomponer esas dos
categorías, Garvin describe
mejor la complejidad del asunto
de la calidad.
Escuchando al consumidor
“Un aspecto importante
en el diseño
de productos de calidad
es dar a las
personas lo que
desean”.
Por ejemplo una cafetera perfectamente diseñada y
construida que se vende en un lugar donde nadie toma café es, por
definición, UN FRACASO. Por consiguiente, parte del proceso de entregar calidad
al cliente es saber lo que éste desea. Si bien escuchar al cliente es una parte importante del enlace del ciclo
manufactura-diseño, por lo general se asocia más a las ventas que a las
operaciones. Sin embargo, estamos viendo que las fronteras que separan las
áreas funcionales de las empresas se hacen más confusas. La manufactura no
puede funcionar en un vacío. Debe ser parte del enlace con el cliente. Encontrar
lo que desea el cliente e incorporar esos deseos en el diseño y la manufactura
de un producto es un proceso de varias
etapas.
Estas etapas son:
• Obtener dato.
• Caracterizar las necesidades
del cliente.
• Dar prioridades a las
necesidades del cliente.
• Enlazar las necesidades con
el diseño.
Hay varios métodos para obtener los datos de partida.
El modo tradicional se podría decir que primero se solicita
la opinión del
cliente a través
de entrevistas y
encuestas. Hay muchos aspectos
que deben tenerse en cuenta al considerar las entrevistas con los clientes
actuales o potenciales. ¿Cuántas
respuestas de los clientes bastan?
La respuesta correcta
depende de varios
factores. ¿Cuántos segmentos del
mercado hay para
el producto? ¿Cuántos
atributos son importantes? ¿Qué
métodos se usaran
para interpretar los
resultados?
Luego de esto se expone el asunto de cómo solicitar la información del
cliente. ¿Se deben conducir entrevistas o encuestas? La respuesta no es clara.
Ambos métodos tienen sus
ventajas. Las entrevistas
permiten respuestas más abiertas, pero los prejuicios del
entrevistador podrían sesgar los resultados. Las encuestas y las entrevistas dependen
de cómo se redactan las preguntas. Por ejemplo, supongamos que Utensilios del
Hogar desea lanzar un nuevo diseño de cafetera. Una pregunta como “¿Cuál debe
ser la capacidad de una cafetera automática?”,
supone, en forma
inmediata, que al cliente
le preocupa la calidad. La
pregunta “¿prefiere UD
una cafetera para
8 o para
12 tasas?”, impone todavía más
supuestos (Dahan, 1995).
Otra técnica muy común para estimular la voz del cliente son los grupos de enfoque: El formato de
grupo de enfoque tiene la ventaja de ser abierto; ya no es tan importante la
redacción de las preguntas de cómo lo es en las entrevistas o las encuestas.
Sin embargo un grupo de enfoques tiene sus desventajas ya que el
moderador puede afectar el curso de la discusión. También es probable que los
participantes con personalidad fuerte
dominen al grupo. Una vez formada la base de datos, se deben dar prioridades y
agrupar las necesidades y deseos de los clientes.
Para ello se dispone de varios métodos.
1.
El primero es el que ha recibido mucha atención
en las publicaciones de mercadotecnia, es el análisis conjunto (debido a
Green y Rao,
1971). Este análisis
es una técnica con
base estadística para estimar las utilidades para los atributos de un
producto, con base en datos de preferencia del consumidor. Una vez determinados
y agrupados los atributos, se necesita enlazarlos a los procesos de diseño y
manufactura. Esto se puede hacer con la incorporación de la función de calidad. En este método se
relacionan las necesidades del cliente
con los atributos
del producto y/o
los aspectos del
proceso de producción mediante
una matriz.
El
usuario da estimados
de la correlación entre atributos y necesidades en
una parte de la matriz llamada “techo”. En
esta sección solo
hemos tocado la
superficie del asunto
de estimular la opinión del cliente, y de la integración
de esa opinión en el proceso de diseño y manufactura del
producto. Sin embargo,
se debe tener
cuidado de no dar
demasiado énfasis a
la voz del
cliente. Las innovaciones
verdaderas no provienen del
cliente, sino de los visionarios. Al dejar que el cliente sea el rey, la
innovación podría restringirse. Según Martin (1995): Sin embargo, cada vez son
más las empresas que aprenden que a veces los clientes pueden desviarlas. El
peligro está en convertirse en un fanático de la realimentación, esclavizado a
los clientes, tratando siempre de lograr un contacto cada vez mejor a 3través
de más grupos de enfoque o más encuestas. No sólo puede distraer eso a la
empresa del trabajo real, sino también puede originar la creación de nuevas
ofertas del lado de la seguridad que sean blandas. Los nuevos
productos estelares, como
las notas Post-it
desarrolladas por 3M, no
fueron resultado de encuestas de ventas. Muchos productos que parecían
ganadores según la investigación
del mercado, fallaron
en su lanzamiento. Un
ejemplo es la Nueva
Coca, que ganó
siempre en las
pruebas de sabor,
pero que nunca
fue aceptada por los consumidores. La moraleja en este caso es que, si
bien el cliente es parte importante de la ecuación,
no se debe
recurrir a encuestas
entre clientes y técnicas por el estilo excluyendo el
ingenio y la visión. Competencia basada
en la calidad Como la
calidad se puede
definir en varias
formas, con frecuencia la administración debe elegir a lo largo de
que dimensiones de la calidad se han de
enfocar. Cray Corporation
formó una reputación
de producir las computadoras más rápidas disponibles.
Para ello, Cray dedicó sus energías a la
tecnología más que a la
confiabilidad. Se cuenta
que el director
de la empresa dijo: “si una
máquina no falla cada mes, mas o menos, probablemente no está bien optimizada”
(citado por Alexander, 1985). Como hace notar Garvin (1988), éste método
permite que Cray sea un líder tecnológico, pero lo hace vulnerable a un
competidor que pueda desarrollar una máquina con eficiencia comparable y mejor
confiabilidad. La mayor confiabilidad es también uno de los factores
principales del éxito de los fabricantes automotrices japoneses. Con una
cantidad mayor de familias en donde ambos padres trabajan, la confiabilidad es
muy apreciada. Con base en la encuesta anual de la Unión de Consumidores, los
fabricantes automotrices japoneses
aventajan en forma
consistente a sus
competidores estadounidenses en esta dimensión de la calidad. La banca
es una actividad
que compite en
la dimensión del
servicio. Por ejemplo, el Banco
Wells Fargo de California ofrece a sus clientes una gran red de sucursales, muchos cajeros automáticos
y otros servicios, como información actualizada durante las 24 horas sobre la
cuenta. Los bancos menores atraen a sus clientes con mayores tasas de interés
en los ahorros, menores tasas de interés sobre tarjetas de crédito y servicio
personalizado. Organización para la
calidad La administración de la calidad total requiere un compromiso total de
parte de la administración y
de los trabajadores.
Se debe estructurar
la organización para ampliar
la calidad del
producto, y no
para apartarse de
ella.
Los trabajadores deben
estar seguros en sus empleos y tener una participación en el éxito
de la empresa
para que los
programas de la
calidad tengan éxito. Según Fingenbaum (1983):
1. La función de la calidad dentro de una
empresa no debe ser una sola función que se lleve a cabo en un solo
departamento. Se debe reconocer que la calidad es un grupo sistemático de
disciplinas que se aplican en una base coordinada por parte de todas las
funciones de la empresa y la planta.
2. La función de la calidad debe tener un
contacto directo y dinámico compradores y los clientes de los productos y
servicios de la empresa.
3. La
función de la
calidad se debe
organizar para trascender los
límites organizacionales de la función individual.
4. La
función general de
la calidad debe
ser vigilada desde
un alto nivel
en la empresa cuando
se desarrollan nuevos
productos, para asegurarse
de que los asuntos de la calidad se manejen en forma
correcta, que se reconozcan con facilidad las “alarmas tempranas” de probables
problemas y se corrijan éstos, y que la gerencia pueda administrar la calidad
en forma correcta. Un programa que
recibió mucha atención en los primeros años de la década de 1980 fue
el de los círculos
de (la) calidad.
Fue un intento
de emular la estructura organizacional japonesa. Un
circulo de calidad es un grupo pequeño de 6 a 12 empleados que se reúnen con
regularidad, con objeto de identificar, analizar y sugerir soluciones de
problemas que afectan su área de trabajo. Este grupo se reúne normalmente,
durante unas 4 horas al mes, con tiempo pagado. Este grupo
debe recibir adiestramiento especial
en métodos de control estadístico de
la calidad, dinámica
de grupos y en
técnicas generales de solución de problemas. En EE.UU. hubo un
gran aumento en el interés sobre los círculos de calidad alrededor de 1980.
Hay varias razones por el
repentino aumento del interés hacia los círculos de calidad en EE.UU.
1. Costo. Los círculos de calidad se pueden poner a trabajar en forma
relativamente poco costosa. Las
empresas de consultoría
que se especializan
en esa área inician
el programa, adiestran
a los individuos
adecuados y supervisan
las actividades iniciales del círculo. Desde el punto de vista de
costos, una virtud de los círculos de calidad es que no intervienen
necesariamente todos los empleados de la empresa.
2. Control. Desde el punto de vista de un administrador, una propiedad
favorable del circulo de calidad
es que no
tiene poder formal
de toma de decisiones,
y en consecuencia no
se percibe como
amenaza. El círculo
de calidad desempeña, esencialmente, el papel de una
“caja de sugerencias” formal, y no se pide que el gerente ceda
cualquiera de sus
prerrogativas gerenciales en
su área de responsabilidad.
3. Moda. Casi no cabe duda que los círculos de calidad tuvieron una
época de furor. El éxito aparente de programas de este tipo en la industria
japonesa ha conducido a una pronta aceptación de los círculos de calidad de
Estados Unidos. Lawler y Morgan
(1985) sugieren que
el círculo de
calidad es, en
forma inherente, una estructura
organizacional inestable. Como
no tiene poder
de decisión, su único papel es servir como una “caja de sugerencias”
formal. Es normal que al
final los empleados
pierden el interés.
En último termino,
los círculos de calidad
pueden haber servido
como una primera
etapa hacia la formación
de un método
gerencial más participativo, aunque
eso parece no haber sucedido. “Benchmarking” para la
calidad El “Benchmarking” (examen de referencias) es la medición del desempeño
de uno en comparación con el de sus competidores. El Benchmarking competitivo
está ganando importancia
a la luz
del aumento de
la competencia a
nivel global. Es esencial establecer las prioridades propias y
asegurarse que esas prioridades sean consistentes con las necesidades del
mercado. De acuerdo 5con una base de datos desarrollada en la Universidad de
Boston, Miller et al.(1992) informan las prioridades competitivas en Europa,
Japón y EE.UU. Esas prioridades se resumen en la siguiente tabla: Las cinco
prioridades máximas para competir Europa , Japón , Estados Unidos
Calidad de apego a normas
Confiabilidad del producto
Calidad de apego a normas
Entrega a tiempo
Entrega a tiempo
Entrega a tiempo
Confiabilidad del producto
Cambio rápido de diseño
Confiabilidad del producto
Calidad de desempeño
Calidad de apego a normas
Calidad de desempeño
Rapidez de entrega
Adaptabilidad del producto
Precio
Los autores citan cuatro tipos de
benchmarking:
1. Benchmarking del producto: indica la práctica de desarmar un
producto de la competencia para ver què se puede aprender de su diseño y
construcción
2. Benchmarking funcional o de proceso: se enfoca en el proceso más
que en el producto. Los procesos típicos pueden ser la entrada de pedidos, el
armado, las pruebas, el desarrollo del producto y el embarque. El Benchmarking
funcional es posible sólo cuando las empresas desean cooperar y compartir
información. Tiene la misma meta que el benchmarking del producto: mejorar el
proceso y, en último término, el producto resultante.
3. Benchmarking de las mejores practicas: se parece
al Benchmarking funcional, con la excepción de que se enfoca en las
prácticas administrativas más que hacia procesos específicos. Las mejores
prácticas pueden considerar factores
como el ambiente
del trabajo y
los incentivos salariales
para los empleados en empresas
con gran eficiencia
4. Benchmarking estratégico: es
considerar los resultados
de otras comparaciones de Benchmarking a la luz del enfoque estratégico
de la empresa.
Específicamente, ¿Cuál es la estrategia empresarial general que ha
articulado el director general, y cuáles son los resultados de otros estudios
de Benchmarking consistentes con esta estrategia?
En último término,
¿Cuál es el
objeto del benchmarking?
Es asegurar un mejoramiento continuo,
y es sólo
uno de los
métodos para lograrlo.
El mejoramiento continuo en el producto y en el proceso es el objetivo
final de cualquier programa de la calidad. El Benchmarking competitivo permite
contar con un medio de aprender de los competidores. Aunque
el Benchmarking puede ser una
herramienta útil, no sustituye a una estrategia claramente
articulada y una visión para la empresa. 6El Premio Deming y el Premio Baldrige
Los tres líderes del movimiento
de la calidad en EE.UU. durante la década de 1950, Deming, Juran y Fingenbaum,
aportaron cada uno al movimiento japonés hacia la calidad, aunque en realidad
Deming es el nombre que se oye más. El éxito de Deming en Japón fue el
resultado de un seminario que presentó sobre control estadístico de la calidad
en 1950. Lo repitió varias veces, que participó en forma activa en el
movimiento japonés hacia la calidad, y por último llegó a ser un héroe nacional
en Japón. Deming recomendó la aplicación de métodos estadísticos y también un método sistemático para resolver
problemas de la calidad. Después, su método se llamó método Planear, Hacer,
Verificar, Actuar. Aprovechando las regalías de un libro basado en sus
conferencias de 1950, Deming estableció un Premio Nacional de la Calidad, en
Japón. El premio se otorga en varias categorías a a)
quienes han alcanzado la excelencia en la
investigación sobre teoría o aplicaciones de control estadístico de la calidad,
b) quienes han hecho
notables contribuciones a
la difusión de
los métodos de control
estadístico de la
calidad, y c) las
corporaciones que han alcanzado buenos resultados en la práctica del
control estadístico de la calidad. El
premio Nacional de
la Calidad Malcom
Baldrige fue establecido
por el Departamento de
Comercio de EE.UU.
En 1987, principalmente como respuesta al Premio Deming en Japón.
El
premio se otorga cada año en tres categorías:
1) empresas manufactureras o
subsidiarias
2) empresas de servicios
o subsidiarias, y
3) empresas pequeñas.
La solicitud del
Premio Baldrige es un proceso complicado que requiere un compromiso
sincero por parte de la empresa que lo busca.
Un Consejo de Supervisores,
contratado por el Secretario de
Comercio, da el
veredicto final. Basan
su evaluación en el
siguiente sistema de nueve puntos:
1. Administración de
la calidad total.
2. Utilización de
los recursos humanos.
3. Desempeño.
4. Aspectos medibles.
5. Satisfacción del cliente.
6. Calidad de clase
internacional.
7. Calidad temprano en el
proceso.
8. Innovación.
9. Liderazgo externo. ISO 9000
En 1992,
la Organización Internacional
de Normas, con
sede en Suiza, estableció los lineamientos para la
norma ISO 9000. Fue el primer intento para desarrollar una norma uniforme
verdaderamente global para la calidad. Para que una empresa tenga el
certificado ISO 9000, debe documentar con cuidado sus sistemas
y procedimientos. Las
compras, el manejo
de materiales, la manufactura y la distribución están
sujetas a la documentación y certificación ISO. Esta certificación es muy distinta
al Premio Baldrige.
La certificación no es un
premio, ni siquiera
necesariamente un juicio
sobre la calidad
de los productos. Es
una certificación de
los procesos empresariales
y de manufactura que
se usan en
una compañía. Con
el establecimiento de la
norma ISO se
fundó una gran
cantidad de empresas
consultoras especializadas
en guiar a
las empresas en
el proceso de
certificación.
Esta
certificación es costosa.
La empresa que
busque la certificación
debe documentar procedimientos relacionados con la calidad,
políticas de sistema relacionadas con contratos y sus estadísticas. De acuerdo con Velury (1995),
una empresa debe
esperar documentar unos 20
procedimientos por cada
sección que requiere certificación. Dado
el gasto en
tiempo y dinero,
¿Por qué habría
de preocuparse? Hay varias ventajas cuando se alcanza la certificación.
Una es el proceso mismo. La
documentación cuidadosa de
las prácticas de
la calidad indica donde
son insuficientes esas
prácticas. El proceso
de mejoramiento continuo comienza
al conocer dónde está uno. Además, hoy muchas empresas piden a sus proveedores
que obtengan la certificación. La Organización
Internacional de Normas
continúa desarrollando normas internacionales. En algún punto de
1996, la organización anunciará la serie ISO 14000 de normas ambientales. Se
espera que esa nueva norma no solo active el comercio internacional sino, lo
más importante, que mejore la calidad de vida al optimizar el medio ambiente.
Hay que tener en cuenta que las
bases del control
estadístico de la
calidad, vienen a ser un conjunto
de técnicas basadas en LA TEORÍAS
DE LA PROBABILIDAD Y EL MUESTREO ESTADÍSTICO, con el motivo de vigilar la
variación que pueda tener el proceso y para determinar así si los productos o
lotes fabricados cumplen con los niveles esperados de calidad. Sin embargo, la
entrega de la calidad al cliente es un problema mucho más amplio que lo que se
maneja sólo con argumentos estadísticos.
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