Consideraciones éticas para la gestión y administración
de una Base de Datos desde y hacia la WEB
Respecto de los niños y adolescentes en el ámbito de la familia
Actualmente los niños y los adolescentes usan bastante el ordenador en su propia casa y usan también Internet. Por la falta de madurez humana y ética, propia de su edad, están particularmente expuestos a recibir influjos negativos de diversa índole. Un reciente estudio ha puesto de manifiesto que el 77% de menores entre 8 y 13 años usa Internet. Sólo el 26% de los padres sigue de cerca el uso que sus hijos hacen de ese medio. El 52% de los niños entrevistados se han encontrado con contenidos pornográficos, y el 24% de ellos ha reaccionado con curiosidad. El 13% de los entrevistados ha tenido contactos con pederastas a través de la red, y el 70% de éstos no ha dicho nada a sus padres.
Puesto que la red de Internet es vehículo de contenidos tanto positivos como negativos, han surgido dispositivos técnicos que impidan el paso de los contenidos negativos, de modo semejante a como el agua contaminada se hace pasar por un filtro, que detiene los elementos nocivos. Estos dispositivos realizan una prevención inmediata, que presupone la prevención remota de orden cultural y ético, que crea en la persona la decisión de querer usar bien Internet. Sin este componente cultural y ético los filtros serían poco eficaces.
Respecto a los usuarios adultos
El uso de Internet por parte de adultos puede ser estudiado desde dos puntos de vista: el del usuario y el de las autoridades de las que dependen algunos ámbitos de los que el usuario se mueve (empresa, residencia de estudiantes, colegio, universidad, etc).
Si en cambio trabaja sin protección alguna (sin proxy o sin filtro), se encontrará de vez en cuando con contenidos muy negativos (pornográficos). Es inevitable porque los que promueven las usan muchos sistemas para que la gente acabe entrando, aun sin desearlo. Por eso existe motivos serios para afirmar en términos generales, sin prejuzgar la actitud moral del usuario, que quien trabaja con Internet habitualmente sin protección alguna, sobre todo si se trabaja durante muchas horas, se encontrara varias o muchas veces en una ocasión próxima de pecado grave, que hay grave obligación moral de evitar. Por eso se puede concluir que, para quien trabaja en esas condiciones, existe el deber moral de usar un filtro (tipo Optenet, CyberPatrol, etc.).
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